jueves, 1 de octubre de 2015

La ciudad nórdica



En cambio, los autores que han dominado la teoría urbana desde hace más de un siglo, vivían en poblaciones nórdicas; veían cada día a su alrededor calles con un perfil en diente de sierra, que resulta absurdo salvo suponiendo que las casas de sus bordes hubieran nacido aisladas.
En aquellas latitudes frías, la nieve, que puede llegar a acumularse en mucha cantidad haciendo soportar una gran carga a los tejados, obliga a que la pendiente de éstos sea grande, para evacuarla cuanto antes. De ello se deriva el inconveniente de que si la puerta estuviera en la fachada lateral, podría caer la nieve acumulada sobre los que entraran o salieran o, en el mejor de los casos, obstruir la entrada, por lo que la puerta se dispuso en la fachada del muro piñón, que así se convirtió en la principal. Cuando las casas se adosaron, los constructores mantuvieron la fachada formando la alineación de la calle y los faldones vertiendo hacia la medianería, en un evidente despropósito constructivo. Su origen como casas aisladas no admite duda y unas ciuda­des con esta forma no resultaban naturales; al no concordar las casas con la trama, no era difícil dedu­cir que separar de nuevo las casas era un auténtico retorno a los orígenes, pero a unos orígenes particulares.
La gente suele creer que las tradiciones son mejores cuanto más antiguas sean, y tiende a pensar que las suyas son más antiguas que las del vecino. Por eso, aquellos estudiosos no se conformaron con encontrar sus tradiciones, sino que, como dueños del mundo por entonces, quisieron demostrar que esos orígenes eran los de todos los europeos, lo que quedaría confirmado si la ciudad primitiva occidental era de trama abierta. De este modo se hacían también herederos directos de la antigüedad, incluso de la anterior a los griegos clásicos, prescindiendo de engorrosas herencias, no asimiladas, de los posteriores imperios del Sur[1], a los que habían tenido que vencer para llegar a formar sus propios imperios.
Además, hay que tener también en cuenta que los que crearon el nuevo urbanismo eran en general, protestantes o anglicanos, que leen la Biblia mucho más que los católicos. Puede que fuera de modo inconsciente, pero bastantes razones parece que se apoyan precisamente en el libro: en el Génesis se cuenta que Caín, el primer homicida y fratricida, después de su delito fue expulsado al Oriente del Edén[2] y allí fundó una ciudad. Su hermano Set, así como los ocho patriarcas que le sucedieron, fueron pastores trashumantes, y vivieron en el campo. Éstos y los demás descendientes de Adán y Eva fueron llamados hijos de Dios; por el contrario, Caín tomó mujer de entre los hijos de los hombres y sus descendien­tes fueron llamados así[3].
En una sociedad en la que la religión es importante, parece cierto que cualquier persona prefiera identificarse con los primeros, no con los segundos y, de este modo, introducir el campo en la ciudad es reivindicar a Set (o a Abel) purificando el cainismo de la ciudad. Esta idea parece tener una confirmación: es proverbial la bondad de los campesinos[4], de los setitas, así como la malicia de los ciudadanos, resultado de su ascendiente cainita; pero lo cierto es que muchos olvidan que la bondad de los campesinos no es tal, sino más frecuentemente, simplicidad, falta de instrucción; en cambio, efectivamente la instrucción, la cultura, parecen pertenecer a los cainitas, pues entre los más inmediatos descendientes de Caín estaban el primero que tañó la lira y el primer fundidor de metales, es decir, que la Biblia reconoce en los hijos de los hombres, en los ciudadanos, a los inventores de las artes y de las técnicas[5].
La viveza de espíritu puede dar grandes sabios y grandes ladrones y es poco inteligente pensar que solamente ha de dirigirse hacia el bien; lo cierto es que un malvado tonto hará poca carrera antes de acabar en manos de la justicia; el simple debe dirigir sus esfuerzos hacia el bien. De ahí la necesidad que tienen (tenían) los campesinos de ser buenos.
Volviendo a la génesis del urbanismo moderno y concretamente a las razones en que se apoya la teoría, hay más ideas en las que se puede apoyar la creencia de que las ciudades nacieron abiertas, con chozas, y conviene hacer un repaso de ellas para contestarlas.


[1] Lo que se sigue repitiendo: con el mapa de Vinlandia y el cráneo de Pilt­down, también quisieron inventarse un pasado más viejo que el del sur.
[2] Génesis 4:16: Y salió Caín de la presencia del Señor, y habitó en la tierra de Nod, al oriente del Edén.
[3] Génesis, 6:1-4
[4] En general, los mitos modernos sobre la bondad primigenia del ser humano son seres campesinos, como El buen salvaje.
[5] Genesis, 4:21-22 21Su hermano se llamaba Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan la lira y la flauta. 22Y Zila a su vez dio a luz a Tubalcaín, forjador de todo utensilio de bronce y de hierro;…

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