De lo relatado en la entrada anterior se puede tomar pie
para aventurar una idea sobre los pasos por los que se llegó desde la cueva a
un poblado como Çatal Höyük. Para poder llegar a un fin son necesarios unos
medios; en ciertos casos, quién busca el fin debe inventar también los medios y
ese sería el camino que tomaría cualquier contemporáneo, pero tal cosa ocurre
cuando la invención es algo cotidiano, cuando la mente humana está predispuesta
a inventar o saber de nuevas invenciones constantemente. En épocas
prehistóricas, cuando era imposible imaginar a lo que llegaría la inventiva
unos milenios después, hay que suponer que los medios debían existir de
antemano. En el caso que nos ocupa, los medios indispensables son un material y
una técnica, y el primer paso, elaborar con ellos un proceso constructivo.
El proceso constructivo
El
descubrimiento del material y el aprendizaje de técnicas cada vez mejores para
su manejo, pudieron ser tempranos, pues es fácil que se dieran cuenta de que la
arcilla mojada es manejable y que al secarse endurece; entre los primeros usos
posibles podemos imaginar cosas sencillas, como allanar el lecho donde
reposaban; o, quizá agrandasen la cueva en que vivían excavando en un rincón
húmedo; luego pudieron levantar un murete para estrechar una boca de entrada
demasiado abierta para la necesaria protección. Todas estas tareas pueden hacerse
sin otra herramienta que las manos.
Un segundo
paso pudo ser excavar cuevas artificiales en lugares apetecibles para vivir,
pero en los que no hubiese cuevas naturales o, de haberlas, fuera en cantidad
insuficiente para la población. La excavación para formar la caverna pudo
hacerse mojando la tierra para que se ablandase (las herramientas serían
elementales, hachas de piedra o palos endurecidos al fuego como mucho).
Cualquier ladera podría servir y era mejor si tuviese algún tipo de
estratificación que lo facilitase (alternancia de estratos duros y blandos,
p.ej.). En Chinchilla, Albacete, hay un buen ejemplo, pues el otero en que
están excavadas las cuevas tiene estratos alternos duros (de piedra) y blandos
(de arcilla). Otra posibilidad, avanzando en el desarrollo, es que añadieran un
cobertizo artificial agrandando la cueva hacia afuera, paso que pudo ser
coetáneo del anterior. En este proceso desarrollaron los elementos necesarios
para dar el paso final: hacer las construcciones desde el suelo.
Este paso
lo darían cuando las condiciones geológicas no fueran adecuadas o la pendiente
fuera insuficiente. La necesidad se presentó cuando quisieron poblar llanuras
fértiles, sin relieve y se vieran obligados a hacer los abrigos completos,
incluyendo la cubierta.
La
invención del modo más primitivo de construir pudo seguir un proceso como éste:
se excava en el suelo una especie de artesa (humedeciendo la tierra para que
sea más manejable) y se levantan unos muros perimetrales de adobe, aprovechando
el material extraído en la excavación. Para la cubierta empezaron por
apoyar unos rollizos, troncos sencillamente descortezados, en los muros
laterales y sobre ellos un entramado de ramas más delgadas para sostener una cubrición
hecha con pellas de barro apelmazadas, formando una terraza. El resultado de
aplicar este sistema constructivo es una auténtica cueva artificial. Desde el
punto de vista tecnológico, la única variación sobre el modelo es el uso de
piezas trabajando a flexión para la construcción de la cubierta. Casi podría
decirse que esta estructura de cubierta sirve como una especie encofrado
perdido para realizar esa bóveda natural que falta.
Si se
sigue la evolución de este sistema constructivo, se llega al empleado en Çatalhöyük:
sus casas ya no tienen nada de naturales, están construidas por completo por
mano humana, como las descritas, pero las vigas son escuadradas, lo que implica
el uso de herramientas más avanzadas. Aun así, ciertos detalles denotan
su posible origen: una sola abertura en la cubierta sirve de puerta de paso,
salida de humos y para dar luz y ventilación, lo que concuerda con las características
de una cueva.
La medianería
Por
naturaleza, las cuevas están una junto a otra, especialmente cuando son
excavadas; aunque las más antiguas estuvieran separadas por un espesor de
tierra considerable, la separación pudo irse reduciendo poco a poco para ganar
más espacio, hasta quedar del espesor mínimo posible. Casi obligatoriamente, el
constructor de casas de adobe tuvo que copiar esta disposición, haciendo las
casas adosadas.
Si por
alguna extraña razón, alguien hubiera tenido la revolucionaria idea de hacer
las casas separadas, se hubiera encontrado con problemas añadidos, que se
evitan con la construcción adosada: los muros perimetrales en medianería quedan
protegidos de la lluvia, ante la cual el adobe, desnudo, tiene un
comportamiento poco satisfactorio. Además, una medianera compartida supone
hacer la mitad de trabajo que hacer dos muros medianeros adosados. Son ventajas
de tipo práctico pero que seguramente dieron razones poderosas a los primitivos
constructores para no variar de disposición urbana, muy desde el principio.
La defensa
Si todo el
proceso descrito tiende a asemejar la casa primitiva con la cueva, hay otro
detalle notable que conviene destacar; no se refiere propiamente a las casas,
sino a la ordenación, a la propia disposición urbana: Çatal Höyük está en un
llano, situación poco adecuada para la defensa; la mayoría de las ciudades, muy
probablemente desde poco después, están en las cimas, lo que
proporciona mejores condiciones. Una explicación de esta singularidad es, que
se aprovecha la construcción para habitar en un lugar donde no hay cuevas
naturales ni laderas donde se puedan excavar. Así pues, Çatal Höyük resulta ser
un adecuado ejemplo del paso entre el poblado rupestre y la ciudad mediterránea
ya casi conformada.
Este
proceso de paso desde la caverna a la casa construida parece un comienzo de la
construcción mucho más natural que buscar el origen en las cabañas. Refleja la
constante lucha del humano para vencer las dificultades que le va oponiendo
Naturaleza: primero encuentra el modo de vivir cuando no hay una cueva natural,
luego construye en terrenos que no son geológicamente favorables y para
terminar corrige los problemas defensivos que tiene la primera situación; ésto,
con posterioridad a Çatal Höyük.
A lo largo
de unos milenios se creó la ciudad y los sistemas constructivos a partir del
viejo poblado rupestre de un modo natural, sin saltos bruscos e inexplicables.
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